Dentro de nuestro despacho de abogados contamos con especialistas en derecho civil que te pueden ayudar en temas relacionados con la herencia y si esta se renuncia, si es el caso. Nuestro abogado puede ayudarte en asesoramiento como el derecho hereditario, la posibilidad o no del derecho a acrecer o en la aceptación tácita, entre otros.
Como ya sabrás, no estamos obligados a aceptar la herencia que nos deja una persona tras su fallecimiento. Siempre existe la posibilidad de renunciar a una herencia. Y, como veremos, puede darse la situación por diversas causas.
Si se trata de una renuncia de la herencia simple, entendiendo esto como que solamente queremos renunciar a la herencia sin importarnos qué sucede con nuestra parte, la herencia pasa al resto de herederos proporcionalmente y en función de lo que dicte el testamento o la legislación. Pero, ¿se puede renunciar en favor de otro heredero?
Dependerá de muchos factores, aunque eso lo iremos viendo en las siguientes líneas, ya que no es lo mismo una donación, una impugnación o la renuncia del testamento.
Normalmente, se considera donación cuando se renuncia a una parte de la herencia en favor de otro heredero, aunque también puede existir en caso de renuncia traslativa o que sea a favor de nadie. Para poder realizar la donación, es necesario contar con un heredero sustituto e impugnar el testamento para poder renunciar a los bienes y deudas que éste contiene.
No todos los casos son iguales, por lo que siempre es conveniente contar con un abogado que conozca bien la ley y busque la mejor solución al cliente.
¿Se puede hacer una renuncia en favor de otra persona?
Sí. Es posible hacerlo. Es bastante habitual y puede darse el caso por diversas razones. Pero hay que tener en cuenta varios aspectos, ya que puede tener consecuencias negativas tanto para quien cede la herencia como para quien la recoge. En primer lugar, como causante se pueden ceder los derechos hereditarios, pero se mantiene la condición de heredero, debiendo asumir las deudas, en el caso de que las haya.
Por otra parte, aunque no heredes esos bienes, deberás pagar el impuesto de sucesiones y, a su vez, la persona que acepte la herencia deberá liquidarlo en concepto de donación. Es decir, deberá pagar el impuesto de donaciones.
¿Quieres renunciar a una herencia en favor de otro heredero? Evita quebraderos de cabeza y deja todo en nuestras manos. ¡No tendrás que preocuparte por nada!
¿Porqué querríamos renunciar a una herencia?
Deudas
Las deudas son una de las principales razones que llevan a decidirse por la renuncia de una herencia. Del testador o del heredero/a, o de ambos. En muchas ocasiones, las que proceden del propio testador, que puede poseer un gran número de propiedades, pero quizás deudas inasumibles para alguno de los herederos. Porque con el patrimonio heredado, también se heredan las deudas vinculadas a ese patrimonio.
Sí existe una opción para no tener que asumir esas deudas cuando heredamos, al menos en su totalidad. Es lo que se conoce como la aceptación de herencia a beneficio de inventario y viene estipulado en el art. 1023 del Código Civil: «no quedar obligado a pagar las deudas y demás cargas de la herencia sino hasta donde alcancen los bienes de la misma».
Impuesto de sucesiones
La otra gran causa por la que las personas suelen decantarse por la repudiación a una herencia en favor de otro heredero/a. Además, el impuesto de sucesiones varía de una Comunidad Autónoma a otra. En alguna, no existe. Y hay que tener en cuenta el concepto de lejanía de parentesco.
Es decir, cuanto más lejano sea nuestro vínculo con la persona fallecida, el impuesto de sucesiones aumenta progresivamente y se paga más. Y hay que tener en cuenta otros posibles impuestos, como el IBI o el impuesto de plusvalía municipal, en el caso de que se hereden bienes inmuebles. Por eso, es tan importante contar con asesores especialistas en herencias, incluyendo todo lo referente al ámbito fiscal.
Falta de liquidez en la herencia
Puede que, como herederos, tengamos deudas. Y, lógicamente, pensamos en pagarlas con el patrimonio heredado. Pero éste no siempre se puede transformar en dinero líquido. Por ejemplo, si se heredan viviendas, es posible que estén alquiladas, incluso con contrato de alquiler a largo plazo. Y puede que algunas de ellas con hipoteca por pagar, agrandando el problema que ya teníamos entre manos.
Solidaridad
Es cierto que no suele ser norma general, pero puede darse. Pongamos un caso. Un padre realiza un testamento con sus hijos como principales beneficiarios. Uno de los hijos está en muy buena situación económica y no necesita la herencia, que es mucho más escasa que su propio patrimonio. En cambio, el otro hijo sí tiene una situación delicada, sin deudas, pero le cuesta llegar a fin de mes. En este caso, por falta de necesidad y solidaridad, el primer hermano decide ceder su herencia al segundo.
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